Arrugas de expresión

La toxina botulínica se la utiliza para atenuar o prevenir las arrugas de expresión en la frente, entrecejo y periorbitales o patas de gallo.
Estas se producen cuando contraemos los músculos faciales, lo cual tracciona la piel generando las arrugas que con el correr del tiempo se profundizan mostrando signos de envejecimiento.
El tratamiento se realiza aplicando la toxina en los músculos o por debajo de la piel para que difunda hacia ellos, no es doloroso, no deja ningún signo visible salvo eventuales pequeños hematomas. Su efecto comienza a los 3 o 4 días de aplicada y alcanza el máximo a los 15 días, con una duración de entre 3 a 5 meses.
Obtenemos un resultado natural, con un rostro descansado y rejuvenecido.

Sudoración excesiva

La hiperhidrosis es un trastorno muy incómodo que genera sudoración excesiva en axilas y también puede presentarse en palma de manos y planta de los pies.
El tratamiento más efectivo es la aplicación de toxina botulínica en la dermis bloqueando así la secreción de las glándulas sudoríparas dando una importante mejoría en la calidad de vida de los pacientes tratados.
Los efectos del tratamiento duran de 9 meses hasta un año.